Narra Taylor.
Bajamos entusiasmados en cuanto
el autobús paró frente al recinto en el que se encontraba la torre de Pisa.
Caminamos unos cuantos metros hasta que estuvimos frente a la torre. Ahí fue
cuando empezamos a hacernos un montón de fotos.
-¡Yo quiero una de esas en las
que parece que estás sujetando la torre! –exclamé.
-Ponte ahí.-me indicó Zayn
señalando un pequeño poyete de piedra que había.- Ahora inclínate un poco.-lo
hice mientras él se ponía en posición para hacerme la foto.- Así.
-Date prisa o me caeré.-no era
buena aguantando el equilibrio.
-Listo.-dijo.-
-Gracias.-le sonreí.
-¿Alguien más quiere? –preguntó
Zayn a los demás.-
-Aprovechad, es un buen
fotógrafo.-dije riendo. Nada más pronunciar aquella frase, los demás empezaron a
pedirle una foto que terminaron convirtiéndose en dos o tres por cabeza. Pobre
Zayn, ¡en la que se había metido!
Narra Niall.
-Haznos una a la mariposilla y a
mí.-pedí a Zayn. Este resopló. Habíamos perdido la cuenta de cuántas fotos le
habíamos pedido en el rato que llevábamos allí.
-Es la última foto que hago.-dijo
y reímos. La abracé por los hombros y ambos sonreímos. ¡Click! –Listo.-dijo
guardando la cámara en la mochila que llevaba.
Estuvimos casi una hora por allí
dando una vuelta y, como no, continuando con las fotos. Era algo irremediable.
Después, nos sentamos a tomar algo en un pequeño local que había y cuando
terminamos, volvimos al autobús. Nuestro próximo destino en el que haríamos
noche sería la ciudad de Siena.
-¿Qué tal si jugamos a algo? Me
aburro en este trasto.-se quejó Jess.
-¿Alguien tiene una baraja de
cartas? –preguntó Des.- Sé un juego bastante entretenido.
-Yo tengo.-exclamó Harry
revolviendo en su mochila. Tras unos minutos de búsqueda, sacó el juego de
naipes.- Aquí tienes.-se la tendió.
-¿Y en qué consiste, señorita
Miller? –preguntó Tay, curiosa. A continuación, mi amiga empezó con su
explicación.
Narra Gianna.
Estaba segura de que sabía el
juego al que se refería Des. Ella, Bec, Niall y yo habíamos jugado un montón de
veces cuando éramos pequeños aunque no era demasiado divertido porque era un
juego en el que cuanta más gente participara, mejor.
-A ver, es muy sencillo.-empezó a
hablar Des.- Se llama “policías y ladrones”, se reparten las cartas, al que le
toque el caballo es el ladrón y tiene que matar a sus víctimas guiñándoles el
ojo, el que sea asesinado tendrá que colocar su carta boca arriba y, además, el
ladrón puede hacer cómplices sacándole la lengua al jugador que quiera y este
podrá matar de la misma forma. ¿Hasta aquí entendido? –todos asentimos.- Luego
al que le toque el rey, será el policía y tiene que, obviamente, intentar
pillar al ladrón. Por último, al que le toque la sota será la prostituta que
tiene el poder de revivir a los muertos tirándoles un beso
disimuladamente.-terminó de hablar.
-¿Y el resto? –preguntó Zayn.
-Son los ciudadanos.-dije yo.
-Pues venga, reparte, Des.-le
dijo Liam. Cogió las cartas, eliminó las que no eran necesarias, las barajeó y
repartió. Cada uno miró la suya. Genial, era la poli.
Narra Liam.
Parecía un juego bastante
entretenido y la cosa pintaba bien después de la explicación de Des. Repartió
las cartas y, con curiosidad, cada uno descubrió para sí mismo que rol le había
tocado jugar. Para mi suerte o desgracia, me había tocado ser un simple
ciudadano así que, me dediqué a observar a los demás, esperando a que el ladrón
empezará a matar o a hacer cómplices.
-Sea quien sea el ladrón, ¡que se
manifieste! –gritó Niall causando las risas de todos. Entonces, vimos como Bec
mostraba su carta: la habían matado.- Será posible, ¡me habéis dejado viudo! –volvimos
a reír. Recibí un ligero guiño por parte
de Louis. Perfecto, acababan de asesinarme a mí también. Seguí el protocolo y
levanté mi carta.
-¿Alguien que sea tan amable de
tirarnos un beso para revivirnos? –dije. Al instante, y con poco disimulo,
Harry nos mandó dos besos sonoros. Una vez más, estallamos en carcajadas.
-Hazza, ¿qué parte de “disimuladamente”
no has pillado? –comentó Zayn.
Narra Jessica.
Habíamos descubierto que Harry
tenía la sota, y por lo tanto, era la prostituta ya que el hombre no tenía bien
asimilado el concepto de disimular. Todos nos observábamos cuidadosamente,
esperando que el ladrón volviera a actuar. Pasé mi mirada de los ojos marrones
de mi chico a los azules de Louis y este último me sacó la lengua, haciéndome
su cómplice. ¡Chachi! Ahora yo también tenía el poder de matar. Mi primer
objetivo sin duda alguna fue Zayn. El juego siguió durante unos minutos más:
Louis y yo matábamos continuamente y Harry se encargaba de revivirlos como le
daba la gana lo que hacía que no paráramos de reír ni un solo momento. Las
únicas personas que nunca habían sido asesinadas hasta ahora habían sido Des y
Gia así que, alguna de las dos tenía que ser el policía. Supuse que Louis no se
atrevería a guiñarle un ojo a Des por lo que optó por hacerle el gesto a Gia.
-Já, he ganado.-exclamó ella.-
Tomlinson, le has guiñado el ojo a la persona equivocada.-dijo mientras nos
enseñaba su carta: el rey de copas.
-¿Echamos otra? –propuso Rebecca.
-¡Hemos llegado! –anunció la
profesora. Me da que esa nueva partida tendrá que esperar al próximo trayecto
en autobús.
Narra Harry.
La profesora hizo que no
pudiéramos jugar otra partida. El autobús paró delante de lo que supuse sería
el hotel, rápidamente cogimos nuestras cosas y nos bajamos. Sacamos las maletas
del maletero del autocar y entramos en el edificio de fachada blanca. Esperamos
en la recepción a que la profesora consiguiera las llaves de las habitaciones,
y, siguiendo con la repartición que había hecho la primera noche, nos entregó a
cada pareja la suya. Tuvimos unos minutos para subir a dejar las maletas y
volver a la recepción. Una vez más, nos recordaron que debíamos estar de vuelta
a media noche porque pasaría lista y nos dejaron camino libre para “explorar”
la ciudad a nuestro antojo.
Lo primero que hicimos fue buscar
algún sitio en el que cenar algo y esta vez no fue por petición del irlandés
sino por “votación popular”. Nuestros estómagos empezaban a reclamar algún
plato de la deliciosa cocina italiana.
-¿Os habéis dado cuenta que ya
estamos casi en la mitad del viaje? –comentó Tay antes de meterse una pinchada
de tallarines a la boca.
-Cierto.-habló Bec.- ¿Para qué
nos lo recuerdas? –se hizo la indignada y reímos.
-Bueno, aún nos queda ver
Roma.-dijo Zayn.
-Y lo mejor…-empezó a decir
Niall.
-Un mes enterito en el pueblo de
tu tío.-acabó la frase Liam señalando a Rebecca.
-Este verano va a ser
inolvidable.-dijo Jess tras soltar un suspiro.
-Estoy seguro de eso.-comenté mirando
fijamente a Gia, esbozando una pequeña sonrisa que hizo que ella se ruborizara.
Narra Rebecca.
-¡Pagamos a medias! –dijo Tay por
no sé cuánta vez.
-No seáis cabezotas.-habló Harry,
quitando el dinero que nosotras habíamos puesto sobre la mesa para pagar la
cuenta.
-Eso.-le apoyó Louis, que, para
variar, no había abierto la boca en todo el día, a excepción de cuando jugamos
en el autobús.- Dejad que os invitemos hoy.
-Yo no quiero nada tuyo.- le dijo
Des.- Ahí tenéis mi parte.-dejó un billete y algunas monedas correspondientes a
lo que ella había tomado.- Nos vemos mañana, chicos, me voy al hotel.-y dicho
esto, salió del restaurante.
-Da igual lo que haga, ya no
podré hacer nada bien.-murmuró Louis. Repitió la misma acción que Des había
hecho con el dinero y también salió de allí tras despedirse de nosotros.
-Vaya dos.-susurró Jess.
-Necesitan arreglarlo
urgentemente.-comentó Liam.
-Pues no sé cómo.-dije.- Yo no la
veo a ella muy dispuesta a nada.
-Y es normal.-habló mi novio.- Es
la segunda vez que la hace daño.-la defendió.
-¿En serio crees que Louis fue
capaz de engañarla? –preguntó Zayn.
-Sí.-contestó sin pensarlo Niall.
-Yo no pienso lo mismo.-dijo Gia.- Le costó
mucho recuperarla como para echarlo todo por la borda así de rápido.-Opinaba lo
mismo que ella. Estaba segura que había algo detrás de aquello que todos
estábamos pasando por alto.
Narra Louis.
Volví al hotel demasiado
cabreado. Cada día me daba cuenta que daba un paso adelante en el camino de
perder a Des para siempre y eso me estaba poniendo demasiado furioso. Subí en
el ascensor hasta la quinta planta y nada más abrirse las puertas me encontré
con la última persona a la que quería ver en ese momento.
-¡Lou! –exclamó al verme. Vino
hasta mí y se lanzó a mis brazos. La aparté bruscamente, lo único que me
faltaba era que Des me viera en su compañía.
-Déjame Vanessa, no estoy ahora
para tus tonterías.-dije caminando hacia mi habitación.
-¿Mis tonterías? Eso no pensabas
hace unos meses cuando te metiste en mi cama.-cerré los ojos, respiré hondo y
me giré para encararla.
-Ahora que lo mencionas.-dije
pausadamente.- ¿Qué me hiciste aquel día? ¿Me drogaste? –a medida que hablaba
me acercaba más a ella.
-Nada. Te morías por estar
conmigo y yo solamente te complací.-sonrió rodeando mi cuello con sus manos.
-No te creo.-dije enfadado.- Pero
no te preocupes, averiguaré lo que pasó.-me deshice de su agarre y volví a mi
habitación.
-Buena suerte en la búsqueda,
cielo.-
Narra Destiny.
Me metí en la cama tras ponerme
el pijama y justo cuando intentaba quedarme dormida, mi adorable compañera de
habitación entró sin ningún cuidado por no hacer ruido. Decidí hacerme la
dormida por si la entraban ganas de charlar porque era lo último que quería
hacer. La escuché suspirar después de tumbarse en la cama.
-Des, no sabes lo que te pierdes.-dijo.-
Louis es una auténtica máquina en la cama.-¿Hola? ¿Y esto a que venía ahora? –Vengo
de su habitación, ¿sabes? –siguió con su charla y yo, haciendo como que no la
escuchaba.- Y.-hizo una pausa. Apostaría a que estaba mordiéndose el labio
pensando en él.- Uff, me deja agotada.- ¿Y ahora qué? ¿Pensaba ponerse a
contarme los detalles del polvo que habían echado? -¿Sabes otra cosa? Me ha
contado por qué te dejó.- No hace falta. Tengo la respuesta, gracias. Ah, y le
dejé yo.- Dice que eras demasiado estrecha, que no disfrutaba contigo lo
suficiente, necesitaba una mujer que le satisfaciera por eso venía a buscarme
cuando te tocaba pasar el fin de semana en Londres.-Vale, eso ya fue la gota
que colmó el vaso.
Había intentado mantenerme fuerte
pero no podía más. Salí de la cama sin siquiera mirarla, cerré la puerta de un
portazo y, una vez en el pasillo, me dejé caer al suelo, apoyando mi espalda en
la pared mientras las lágrimas retenidas empezaban a recorrer mis mejillas a toda
prisa.
Narra Zayn.
Después de que Des y Louis nos
abandonaran, decidimos dar un paseo hasta que llegara la hora del “toque de
queda” por la ciudad italiana de Siena. Caminábamos tranquilos los ocho
mientras hablábamos de nuestras cosas, como solíamos hacer. Paramos a tomar un
helado y pusimos rumbo al hotel para llegar a tiempo. La profesora pasó lista
y, tras dar el visto bueno, tuvimos permiso para subir a nuestras habitaciones.
Esta vez, estábamos repartidos entre la cuarta y quinta planta. Casi todos
estaban en la cuarta a excepción de Niall, Des, Louis y yo. Todos se despidieron
de mí con un “hasta mañana” y mi chica dejando un pequeño beso en mis labios
seguido de un “te quiero” susurrado. Nada más salir del ascensor, vimos a
alguien sentado en el suelo, con la cabeza enterrada en sus piernas y, al
acercarnos, pudimos descubrir que se trataba de Des.
-Mariposilla, ¿qué haces aquí a
estas horas? –preguntó Niall y cuando ella alzó la cabeza para mirarnos,
comprobamos que había estado llorando.
-Des, ¿estás bien? –pregunté. Pequeñas
lágrimas empezaron a salir de sus ojos y, sin decir nada más, ambos nos
agachamos hasta quedar a su altura y la abrazamos, esperando que al calmarse,
quisiera compartir con nosotros dos aquello que la había puesto en aquel
estado.
¡Hola chicas! Antes de nada...Sé que este capítulo es bastante más corto que el primero pero todo tiene su explicación. ¿Recordáis que os dije que estaba medio bloqueada y que me costaba mucho escribir esta fic? Bien, pues he descubierto que es porque intenté escribir bastante en cada trocito de cada personaje. Por eso, en este capítulo, cada trozo es algo más corto y bueno, ha sido bastante más fácil. Espero que no os moleste que sean algo más cortos, pero así de alguna forma tenéis asegurado el capítulo semanal (de momento, cuando pase la época de exámenes, intentaré que tengáis dos a la semana). Nada más, espero que os haya gustado. Muchísimas gracias, pasad mañana una buena noche, no os atragantéis con las uvas y...¡Feliz Año!
Love,
Sarai.